lunes, 15 de junio de 2009

13 de Junio de 2009. Faja de las Flores. Ordesa.
Bonita, y dura, excursión la que hemos realizado este fin de semana en el Parque Nacional de Ordesa. Uno de los parajes emblemáticos del Pirineo español. Espectacular por el paisaje tan abrupto que se disfruta.

Nosotros decidimos hacer la Faja de las Flores subiendo por el circo de Carriata y bajando por el de Cotatuero, aunque la intención inicial era hacer una via ferrate en Broto. Pero el hecho de estar tan cerca de Ordesa nos hizo casi de una forma instintiva ir a parar al parking de la pradera con la idea fija de subir a la Faja de las Flores.



Empezamos a caminar a las 11:30 (Buena hora para hacer una ascensión de este tipo). Empezamos a subir por la vertiente Norte del Valle de Ordesa en dirección al Circo de Carriata
bajo la mirada atenta del Tozal del Mallo, amenazante espolón con una pared completamente vertical de más de 350 metros. Llegamos al desvió a la derecha de la Faja Racún y como no conocemos exactamente el camino para allá que nos vamos. A los pocos minutos nos damos cuenta de que este no debe ser el camino como así nos confirma un caminante que nos encontramos por aquellos lares. Una vez en la ruta correcta seguimos ascendiendo en pleno circo de Carriata de una verticalidad inquietante.



Poco después encontramos otra bifurcación señalizada: La Fajeta o las Clavijas de Salarons. Como hemos leido que las clavijas no son nada complicadas decidimos tomar el camino de la Fajeta en busca de sensaciones fuertes. Y las tuvimos. La Fajeta es sensacional. Cornisas, unas equipadas con sirga y otras no, trepadas de no mucha dificultad, pero un paisaje de una espectacularidad no vista en otras zonas del Pirineo. Lo que más nos llamó la atención es la extrema verticalidad por la que discurren los caminos.
Al final de la Fajeta llegamos a un terreno herboso y un poco menos vertical donde nos comemos los bocadillos y reponemos agua en una pequeña surgencia que hay a pie de camino. Llevamos 3:30 de tiempo efectivo.
Continuamos subiendo por un terreno medio herboso medio pedregoso donde tuvimos la oportunidad de ver una marmota campando a sus anchas por el prado.


Por fin llegamos a la Faja de las Flores (4:10). Estamos a más de 2300 metros sobre el nivel del mar y a 1000 metros sobre la pradera de Ordesa.


Intentar describir la Faja de la Flores con palabras se me hace dificil. Se aúnan belleza, grandiosidad, desniveles y verticalidad a partes iguales. Realmente es una franja de unos 3 metros de ancho que la erosión ha excavado en la parte alta de una pared de unos cuantos centenares de metros de caida vertical.

Empezamos a caminar por ella no sin antes habernos deleitado con la visión de una manada de sarrios (rebecos o isards según la zona).
Las vistas desde la Faja no paran de sorprendernos y estamos durante dos horas boquiabiertos y con los ojos como platos para acumular el máximo de recuerdos de este paisaje singular.

Al final de la Faja de las Flores se alcanza el clímax de esta larga pero gratificante excursión: La vista abarca toda una secuencia de picos que superan los 3000 metros donde claramente se distinguen el Taillon, la Brecha, el Marboré, el Cilindro, el Perdido, El pico Añisclo, etc. Así como la parte alta de Cotatuero con sus gradas y cataratas encadenadas.

A partir de este punto donde llevamos 6:00 horas de marcha empezamos a bajar dirección el Circo de Cotatuero donde nos encontraremos con las famosas clavijas del mismo nombre. Pero antes disfrutaremos de la visión de las cataratas previas a la gran cascada de Cotatuero en cuyo inicio arrancan las clavijas.

Las clavijas (7:00), para las cuales íbamos equipados convenientemente, nos decepcionaron un poco. Pensábamos que iban a ser más largas y con más efecto vértigo del que nos encontramos. Creo que el haber estado practicando en otras ferratas durante los últimos meses nos han hecho ver de otra forma las famosas clavijas.

En fin pasamos las clavijas e iniciamos el descenso por el inmenso bosque de coniferas, abedules y hayas de Cotatuero hasta que llegamos otra vez a la pradera de Ordesa en un total de tiempo efectivo de 9:10 de caminata.

Una excursión altamente recomendable para la que únicamente hace falta tener un estado físico mediano y eso sí, la suerte de tener un día espléndido. No me imagino este recorrido con lluvia, nieve o cualquier otro tipo de tiempo adverso. También se ha de prestar atención a los hitos que marcan el camino porque en ciertos puntos son muy dificiles de seguir y tampoco es nada recomendable perderse por estos parajes y mucho menos que te caiga la noche sin haber encontrado el camino correcto.