lunes, 17 de septiembre de 2012

Ultra Trail Montañas Costa Daurada

Ultima prueba de la I Copa Catalana de Carreras de Ultra Resistencia, donde conseguí el 2º puesto de la categoría master (más de 50 años). Con esto he mantenido el 1er puesto de la Copa después de haber conseguido un 2º puesto en UTBCN, un 1er puesto en Coll de Nargó, un 5º puesto en Nuria Queralt y este 2º que al contabilizarse los tres mejores me dá como ganador provisional de la Copa Catalana en la categoría master.

De esta carrera voy a comentar poco porque se repiten las mismas características de las otras: Que si hacía mucho calor, que si muy dura, que si problemas de marcaje, que si pillé un pajarón en el kilómetro nosecuantos, etc., etc. Siempre dependiendo de quien lo cuente y como le haya ido la película. Yo personalmente no suelo quejarme mucho porque ya sé que me meto en algo que no va a ser fácil y que no me voy a encontrar nada de regalo. Si quiero algo cómodo me voy a hacer la cursa de la fiesta mayor de mi barrio y listos.

Pero sí quiero contar una anécdota que me ha ocurrido en esta carrera y que en el momento que me ocurrió no sabía si reir, llorar, cagarme en todo, morirme o yo que sé ....

Ocurrió así: Acababa de salir del control de Mont Ral en el kilómetro 68 de carrera en 11 horas y pocos minutos, según lo previsto y con muchas posibilidades de acabar en menos de 15 horas que era mi objetivo. Quedaban 22 kilómetros y tenía 4 horas para hacerlos y me encontraba bastante bien físicamente.

Bueno pues al rato de salir de Mont Ral adelanté a otro corredor (Fernando) que me preguntó si no debería haber avituallamiento sólido en Mont Ral. Le dije que sí, que había bocadillos, frutos secos y alguna que otra cosa más. Y me contestó que él no lo había encontrado. Entonces entendí lo que había ocurrido. Y es que Fernando se había saltado el control por un despiste porque había una calle que había que hacer de ida y vuelta para pasar por el control pero a unos 50 metros del control había unos conos que dividían la calle y él interpretó que era por allí por donde debía girar y por 50 metros no lo vió.

El caso es que hablando y hablando tomamos la decisión de continuar juntos y en el siguiente control (Capafonts Km 78) contariamos lo que había ocurrido y esperábamos que se solucionara el problema. Y allá que nos enfilamos hacia el siguiente control en medio de la noche y de la profundidad del bosque, hasta que en un momento determinado que Fernando iba delante y siguiendo un camino muy evidente yo me dí cuenta de que hacía rato que no habíamos visto ninguna baliza.

En ese momento saqué el GPS que llevaba sólo para casos de emergencia y entonces ví que nos habíamos desviado bastante del camino a seguir, pero me extrañó que la desviación era bastante pronunciada y lo achaqué a que ... vaya usted a saber cuanto rato hacía que habíamos perdido las balizas.

Entonces decidimos que en vez de retroceder intentaríamos seguir avanzando hasta ver si podíamos enlazar con el track correcto, pero no había manera porque el terreno no nos dejaba. Daba la impresión de que entre nosotros y el track correcto había un barranco bastante grande y no podíamos aproximarnos a nuestra ruta, con lo que decidimos seguir bajando ladera abajo ya que al fondo del valle veíamos luces e intuímos que debían ser del control que buscábamos. Al final y después de muchos tumbos llegamos a una carretera y empezamos a correr por ella hacía lo que parecía en medio de la noche un pueblo pequeño y que debía ser nuestro objetivo: Capafonts.

En eso que apareció un coche por la carretera cuando ya estábamos a unos 200 metros del pueblo, lo paramos y le preguntamos que cómo se llamaba aquel pueblo. Su contestación fué: MONT RAL. Yo no sé si a Fernando le pasó lo mismo, pero a mí se me heló la sangre. De hecho le dije a aquel buen hombre que por favor que aquello era muy serio y que nos dijera la verdad. El hombre contestó muy serio: "Pues yo vivo ahí y eso es Mont Ral".

Entonces descubrimos que durante 2 horas y media y casi 15 kilómetros habíamos estado hacieno un círculo y habíamos vuelto al lugar de partida del último control. Me invadió el desánimo y quise abandonar en ese momento, no por que fisicamente estuviera mal, no. Sino porque anímicamente esto había sido un mazazo que me había dejado KO.

El caso es que llegamos al control (Yo por segunda vez y Fernando por primera ya que se lo había saltado la vez anterior y además aprovechó la oportunidad para fichar) y contamos lo ocurrido y una de las personas que había allí se ofreció a venir con nosotros a ver el punto donde nos habíamos despistado si era por falta de marcaje para subsanarlo. También coincidimos allí con Oscar (Gralla) y Jordi (Nano) y partimos los cinco ¡¡Otra vez en mi caso y el de Fernando!! hacia Capafonts.

LLegamos al punto donde nos habíamos despistado y si bien era verdad que las balizas en ese punto no eran todo lo visibles que era de desear, también he de reconocer que fué un fallo nuestro, no sólo el no verlas, sino el hecho de no haber reaccionado antes. Pero seguía sin entender como me pude desorientar de tal modo que en vez de ir hacia el Oeste primero y Noroeste después que era donde estaba Capafonts respecto a Mont Ral yo lo buscara hacia el Sur y hacia el Sureste. O sea completamente en dirección contraria.

Muchas veces hago bromas acerca de que después de 10 ó 12 horas corriendo por la montaña el cerebro sufre cierta hipoxia por falta de riego sanguíneo y ahora viéndolo friamente es la única explicación que le encuentro al hecho de que dos personas consultando mapas y GPS se empecinaran de esta forma para ir en dirección ¡Totalmente contraria! de la que debían ir.

A partir de ahí seguimos los cuatro juntos Fernando, Oscar, Jordi y yo. No me quedaban ganas anímicas de seguir más rápido, únicamente me hubiese motivado el hecho de que nos adelantara alguien de mi categoría con lo que podría peligrar mi 1er puesto en la Copa, cosa que ya podría haber ocurrido porque cuando pasé la primera vez por Mont Ral iba en el puesto 26 de la general y supongo que no irían muchos de mi categoría por delante, a lo sumo 1 ó 2 y yo con un 4º puesto ya me aseguraba el campeonato. Pero cuando pase la segunda vez ya era el 50 de la general y entonces si que no sé cuantos de mi categoría podían haber pasado.

Hicimos la broma con Oscar de que si nos pasaba alguien le preguntaríamos la edad y si era de mi categoría entonces si que me iría por delante (Suponiendo que pudiera, claro, aunque creo que sí porque iba bastante fresco al haber aflojado el ritmo).

La verdad es que estos últimos kilómetros se hicieron muy amenos con la cháchara y las ocurrencias de Oscar y me alegro de no haber pillado un rebote en Mont Ral y haberlo mandado todo al garete, que a punto estuve.

Al final 18:04 con sprint final en los últimos cien metros que le dejé ganar a Oscar (Ja ja ja) y lo más importante para mi: Era 2º de mi categoría y mantenía el 1er puesto de la Copa Catalana. Los puestos de la general fueron: Fernando que ganó el sprint en el 40 de la general, Oscar el 41, yo el 42 y Jordi el 43.

Ah! por último, Fernando y yo hicimos casi 105 kilómetros en vez de los 90 reglamentarios y encima para Fernando era su debut en una ultra. Vaya estreno machote. Felicidades!!.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cavalls del Vent

Cada año me propongo una buena lista de retos aún a sabiendas de que probablemente no pueda cumplirlos todos, pero eso me mantiene alerta y con ganas de seguir entrenando y compitiendo a pesar de todos los inconvenientes en contra: Trabajo, familia y economía básicamente.

Este año no iba a ser menos y cuando comenzó hace ya 8 meses me propuse, entre otras cosas, bajar mis tiempos personales en dos travesías pirenáicas (Cavalls del Vent y La Porta del Cel) y hacer podio en el recién estrenado Campeonato de Cataluña de Carreras de Ultra-distancia en la categoría máster o de más de 50 años.

Pues bien, este año creo que va a ser posible la consecución de estos tres grandes retos. Por lo menos dos ya están en el bote y el tercero hay bastantes probabilidades de conseguirlo.

En La Porta del Cel y después de tres intentos ya conseguí bajar de 16 horas hace 20 días. El Campeonato de Cataluña a falta de una prueba lo tengo casi, casi ... y la otra travesía, Cavalls del Vent, cumplí mi objetivo de bajar de 13 horas el pásado viernes 31 de Agosto.

Igual que en La Porta del Cel había estado esperando una "ventana" meteorológica para acometer Cavalls, pero estaba condicionado a que estuviera al menos 15 días después de la Porta del Cel y también 15 días más o menos antes de la 4ª prueba de la Copa Catalana (La UTMCD). Para recuperar físicamente la musculatura. La Porta del Cel fué el 14 de Agosto y la UTMCD será el 15 de Septiembre con lo que sólo me quedaban 3 días enmedio (29, 30 y 31 de Agosto). El 29 era buen día pero había previsión de tormentas por la tarde, y así fué. El 30 iba a estar todo el día lloviendo y el 31 parecía que sería estable. Y este fué el elegido. Aunque tenía un gran inconveniente y es que estaría el terreno bastante mojado y con barro.

El caso es que me decidí a hacerlo ese día. Me había preparado los tiempos de paso por cada refugio minuciosamente así como las paradas en cada uno de ellos basándome en los tiempos del año pasado cuando hice 13:40. Sabía que era una empresa bastante dificil para mis posibilidades y salí con la intención de mantener el ritmo propuesto hasta que aguantara y si por algún motivo empezaba a perder tiempos respecto al plan prefijado entonces me relajaría y continuaría tranquilamente con la intención de únicamente acabar.

Inicié la marcha en el Estasén pero antes estuve esperando en la puerta del refugio hasta que amaneciera para aprovechar al máximo la luz solar y no tener que utilizar linterna frontal (Un peso menos). También me había preparado en la mochila la comida que creía que iba a necesitar durante todo el recorrido para que las paradas en los refugios se limitaran a saludar al guarda, a sellar el forfait y poca cosa más, como cargar agua que para eso llevaba un camel back con 3 litros de agua. Al final sólo recargué agua una vez en el refugio del Serrat de les Esposes y compré una lata de cocacola en el Rebost y otra en el Niu d'Aliga. A esto se le puede considerar autosuficiencia.

En cuanto a ropa también reduje al máximo y salí con lo puesto (Zapatillas, calcetines, polainas, media compresiva, mallas cortas y camiseta de manga corta) y como reserva unicamente unos manguitos, unos guantes finos y un buff. Ah! y una gorra. Ese era todo el equipo. Además de un reloj con altímetro barométrico. Nada de GPS que ya me conozco el camino suficientemente.

Lista de alimentos:
1 Bocadillo de queso manchego
1 manzana
300 gramos frutos secos y fruta desecada
2 powergel con cafeína
6 litros de agua en el camel back
1 litro de agua aprox. en fuentes
2 cocacolas, 660 ml.

Más el desayuno previo a base de café con leche y magdalenas.

Con todo esto a las 7:20 inicié la carrera y todo fué mas o menos sobre lo previsto excepto algún que otro pequeño percance como una caída cuando llevaba sólo 20 minutos corriendo debido al camino muy empinado y al barro provocado por las lluvias, pero nada de importancia. Paradójicamente me hice daño en una mano y como las manos no se utilizan para correr, pues adelante!!.

Iban pasando los refugios y los tiempos eran tan ajustados que sin tener el más mínimo respiro iba llegando a ellos con un minuto arriba o abajo de lo previsto. Excepto en el tramo desde Cortals d'Ingla hasta Prat d'Aguiló, el más largo y pesado del recorrido, donde tuve un pequeño bajón y perdí algunos minutos que fueron rápidamente recuperados en el siguiente tramo, el último, hasta Estasén.

Tiempos de paso por los refugios y tiempo parado en cada uno de ellos:

Gresolet - - - - - - - - - 0:35 + 0:01
Sant Jordi - - - - - - - - 2:06 + 0:02
Rebost - - - - - - - - - - 1:45 + 0:05
Niu d'Aliga- - - - - - - - 1:23 + 0:03
Serrat de les Esposes- 1:58 + 0:05
Cortals d'Ingla- - - - - - 0:43 + 0:02
Prat d'Aguiló- - - - - - - 2:19 + 0:03
Estasén - - - - - - - - - - 1:48

Total en marcha- - - - 12:37
Total parado - - - - - - 00:21
Tiempo total - - - - - - 12:58.
Ah!. Y una aclaración final, sólo por si hubiese alguna duda. Este tiempo ha sido el empleado en completar el recorrido íntegro de la travesía Cavalls del Vent, o sea el recorrido que indican el mapa y las marcas de color naranja a lo largo de él.

Ahora a pensar en el tercer gran reto del año: La UTMCD. Ultra Trail de las Montañas de la Costa Daurada. 4ª prueba de la Copa Catalana y donde si consigo entrar por delante del 5º puesto ya tendría asegurado el campeonato de mi categoría.
Saludos.


sábado, 18 de agosto de 2012

Tres eran tres. Las puertas del Cielo

Que estoy enamorado de la travesía La Porta del Cel en el Parc Natural de l'Alt Pirineu no es ningún secreto y eso me ha motivado a completar el recorrido hasta tres veces este año en un periodo de 18 días.
La primera vez con motivo de la quedada forera del 28 de Julio que está patrocinada por las marcas Goretex y Aresta.com. La segunda vez en travesía con mi mujer en 4 días desde el 1 al 4 de Agosto y la última el 14 de Agosto para intentar bajar mi mejor marca.
Con motivo de la quedada del 28 de Julio nos reunimos en Graus una veintena de runners con la intención de completar el periplo por las montañas pallaresas en diferentes horarios pero siempre por debajo de 24 horas. Las previsiones meteorológicas eran bastante adversas ya que había anunciadas grandes tormentas por la zona. Eso y el hecho de que simultáneamente se celebraban otras pruebas por Cataluña de similares características hicieron que la participación fuese bastante baja.
Aún así los diferentes grupos fueron partiendo a la hora prevista por cada uno de ellos. A las 10 de la noche del día 27, a las 2 de la madrugada, a las 4 y yo que salí a las 5 en solitario ya que tenía intención de bajar mi mejor tiempo que data del año 2009 y quería aprovechar al máximo la luz solar.
Ya desde las primeras horas de la madrugada las fuertes tormentas hicieron desistir de su empeño al grupo de las 10 de la noche al completo. El grupo de las 2 de la madrugada no llegó ni a salir debido a la violencia de la tormenta. Los de las 4 y yo a las 5 tuvimos más suerte ya que a esa hora habían cesado los truenos y los rayos.
Pronto me di cuenta de que no era el mejor día para intentar rebajar tiempos debido al estado del piso: Todo mojado y muy resbaladizo. Y empecé a acumular retrasos por cada punto de la ruta que pasaba. 20 minutos en Certascán, 45 en Pinet, más de una hora en Vallferrera donde ya me relajé del todo y me lo tomé con más calma a partir de ahí. Y así hasta completar la ruta en 17:48. Casi dos horas más de las 16 que me había propuesto como objetivo.
He de aclarar que mis objetivos siempre son bastante agresivos para mis posibilidades y por lo tanto hay un riesgo muy alto de que no pueda conseguirlos. Ha de salir todo bordado y sin ningún contratiempo. Pero así es como me gusta hacerlo y así es como me siento bien.
Del resto de participantes, pues aparte de algún abandono 6 runners más lograron completar el periplo: Jmbotula y Bulderban en 16:08, dos más en menos de 20 y dos más en casi 25. Un total de 7 participantes logramos terminar la prueba. Según la organización se sortearían 5 lotes de 100 euros en material deportivo obsequio de las marcas Goretex y Aresta.com y sabíamos que teníamos muchas posibilidades de que nos tocara, pero cual fué nuestra sorpresa cuando los organizadores con Alejandro Gamarra como máximo artífice de la quedada nos comunicó que todos, los 7, teníamos el premio. MUCHAS GRACIAS!!!.
El domingo 29 al mediodía y ya todos medio recuperados repusimos fuerzas con la espléndida paella que nos prepararon en el camping de Graus, Angels y Salva que nos estuvieron cuidando durante todo la estancia en su establecimiento.

SEGUNDA TRAVESÍA: Esta vez en plan más tranquilo y acompañado de Mary, mi mujer. Para ella ha sido una experiencia impactante por los paisajes, por el trato de la gente en los refugios, por la gente encontrada en el camino haciendo la misma ruta y ¡cómo no! por la dureza y espectacularidad del recorrido. Ella ha terminado muy satisfecha y posiblemente la repetiremos en años próximos. Hemos realizado la travesía en cuatro días desde el 1 al 4 de Agosto y hemos tenido un tiempo espléndido: No mucho calor, sin lluvia, sólo un poco de niebla en Pinet, pero eso es lo normal.

Y POR FIN A LA TERCERA VA LA VENCIDA. Pues sí, por tercera vez me dispongo a hacer la travesía el día 14 de Agosto para ver si de una vez consigo el reto propuesto desde hace 4 años. Que es bajar de 16 horas en completar la vuelta. He estado analizando minuciosamente las previsiones meteorológicas para encontrar una "ventana" de buen tiempo pero que tampoco hiciera un excesivo calor y ese día era el 14 de Agosto.
Así que el 13 por la tarde partí hacia Graus. Y el 14 a las 5:20 de la mañana inicié la marcha. Llevaba un camelback de 3 litros de agua, dos bocadillos medianos, uno de jamón de york y otro de mortadela de pavo, dos manzanas y 350 gramos de frutos secos y fruta desecada a partes iguales repartidos en dos bolsitas de plástico. Salí con la intención de beber agua en todos los sitios posibles del recorrido como torrentes, surgencias, cascadas, etc. (Cosa que no hago nunca) para evitar tener que parar a recargar agua en el camelback y que esta me durara lo máximo posible. Todo esto era para reducir al máximo las paradas en los refugios y limitarlas al sellado de la tarjeta y poco más.
Había decidido reducir el peso de la mochila con lo que únicamente llevaba el equipamiento puesto: Zapatillas, calcetines, polainas, medias de compresión, mallas pirata, calzoncillos, camiseta de manga corta y gorra. En la mochila únicamente unos manguitos y un buff.
Había considerado que los palos podrían ayudarme un poco en los miles de metros de ascensión que tiene esta travesía y decidí llevármelos y sigo sin saber, como me ha pasado otras veces, si realmente me ayudaron o fueron un engorro. Aunque hubo de todo.
Y por último y como equipamiento decidí llevarme el GPS con el track cargado para evitar la más mínima duda del camino a seguir. Sí, sí, me conozco el recorrido al dedillo, pero por la zona de Pinet con niebla se despista hasta el más pintado y no quería correr riesgos. Luego no lo utilicé para nada.
Tenía anotados los tiempos de paso por todos los puntos claves del recorrido (Picos, collados y refugios) para ir haciendo el seguimiento de que el tiempo empleado era correcto y que seguía con el plan previsto de hacer sub16 horas.
Con todo esto arranqué decidido a cumplir mi objetivo tan ansiado desde hace 4 años. Por el primer paso de control en la cima del pico Certascán pasé con en 2:20 con 4 minutos de adelanto. OK de momento bien. Llego al refugio de Certascán mientras me voy comiendo una manzana en 3:01 y sigo con 3 minutos de adelanto y como no hay nadie salgo pitando camino de Pinet después de beber agua y pinchar la tarjeta. Por el camino me encuentro a Alejandro Gamarra, el guarda, nos saludamos y continuo a toda pastilla.
Siguiente control Port de la Artiga donde llego en 4:49. Clavado en el tiempo. Entre este y el Pointe de Recòs me como uno de los dos bocadillos, sin parar evidentemente, y llego a este punto una hora y algo después en 5:51. Un minuto por delante. Joder que justo, empiezo a pensar que a lo mejor no puedo mantener la presión todo el rato, pero me quito estos pensamientos negativos de la cabeza y me concentro en lo bien que voy.
Siguiente punto de control Pinet. Aquí como siempre se complica un poco el camino a pesar de no haber niebla ni nada y llego en 6:54. Cuatro minutos tarde. No es preocupante pero he de tener cuidado. Sello, bebo agua y zumbando para la Pica donde llego en 1:40. Lo he clavado y sigo con los 4 minutos de retraso de Pinet. Llevo 8:35.
Me lanzo por la dura y larga bajada hasta Vallferrera. Ya me he comido la otra manzana y algo de los frutos secos y la fruta desecada y voy casi sin agua a pesar de haber bebido en todos los sitios posibles que había agua en movimiento. Y aquí cuando faltaban menos de 3 kilómetros para llegar a este refugio fue cuando empezaron los problemas, o eso fue lo que yo creí en ese momento. Tuve una fuerte torcedura de tobillo que me dejó inmovilizado durante algunos minutos, aunque he de reconocer que fue más mental que físico el dolor que padecía. En un segundo lo vi todo venirse abajo y lo peor es que si la lesión era de verdad, como parecía a priori, a ver cómo me lo montaba para llegar hasta Graus. En medio de esos pensamientos intenté empezar a caminar poco a poco y al poco rato ya estaba otra vez trotando. No con la alegría de antes pero sí con la confianza de que en poco rato el susto habría pasado. Ufff que mal rato pasé.
Por fin llegué a Vallferrera en 10:39 ya con el percance olvidado pero con un pequeño pago a cambio: Había perdido otros 6 minutos y ya eran 10 los de retraso total. Esto me enfrió un poco y me hizo pensar que a lo mejor me había excedido en mis previsiones con lo que aflojé la tensión y me comí el segundo bocadillo sentado en la puerta del refugio junto con una coca cola y dos botellines de Aquarius que me regaló Angie, la amable guarda de este. 13 minutos estuve parado en este refugio con lo que cuando salí camino de Tavascán ya eran 23 los minutos de retraso sobre el tiempo previsto y ahí vi que no podría cumplir mi objetivo, pero que podría estar un poco por encima de las 16:30 que tampoco está tan mal.
Y así poco a poco fui enfilando la empinada subida al lago de Baborte. Este tramo siempre se me atraganta y lo subo a un ritmo muy lento y pesado y cuando llegué al lago ya eran 25 los minutos de retraso y empecé a desmoralizarme un poco supongo que ayudado por las mas de 12 horas que llevaba de lucha contra el crono.
Pero también me ocurre un hecho siempre que llego a este lago, y esto se ha repetido en todas las ocasiones que he hecho la Porta del Cel que ya son 7. Y es que parece que me revitaliza verlo y empiezo otra vez a trotar a buen ritmo que va mejorando sin parar hasta llegar a Tavascán. Y esta vez no iba a ser menos y de golpe me sentí recuperado completamente y empecé a trotar a un ritmo que hasta me resultaba sorprendente a mí mismo y llegué al Collado de Sellente en 12:51. Había recuperado 10 minutos de lo retrasado y empecé a creer otra vez en mi proyecto de hacer sub16.
Con fuerzas renovadas, comiendo frutos secos y bebiendo mucha agua, visualicé el siguiente collado, el de Llaguna con su tremenda tartera y su empinadísima subida, y partí hacia él como alma que lleva el diablo. Llegué en 13:25 y había recuperado otros 11 minutos del retraso. Ahora estaba 4 minutos por encima del objetivo, me encontraba estupendamente y tuve la completa convicción de que lo conseguiría.
Además a partir de este punto se acaban las duras subidas que era lo que más me estaba castigando físicamente y empieza un larguísimo tramo de bajadas hasta Tavascán pasando por la Cabaña de Boldis, último punto donde se ha de sellar la tarjeta del forfait. Me lancé en una vertiginosa carrera por unos prados inmensos hasta la Cabaña donde llegué en 14:01. Diez minutos de adelanto. Ahora sí, me dije, jejeje.
A partir de aquí y mediante una laaaaarga bajada llego a Tavascán en 15:02. Ya estoy 18 minutos por debajo del objetivo. Esto ya no se me escapa, pensé. Pero todavía hay que llegar a Graus en una cómoda subida de unos 5 kilómetros. Allí me relajé un poquito y llegué a Graus en 43 minutos, 3 más de lo previsto pero aún así el tiempo empleado fue de 15:45:30. LO HABÍA CONSEGUIDO. POR FIN.

miércoles, 20 de junio de 2012

EMMONA 2012

Ultra-trail de la Abadesa Emmona 16 y 17 de Junio de 2012.
Sant Joan de les Abadesas - Barcelona
Campeonato de Cataluña de Carreras de Ultra Resistencia


Cada carrera es diferente y esto lo he constatado después de haber participado en 156 de larga distancia (Más de 40 kms.) durante 26 años. Y esta no iba a ser menos y más teniendo en cuenta que actualmente es la carrera de montaña más extrema de Cataluña.

Este año para celebrar el Primer Campeonato de Cataluña de Carreras de Ultra Resistencia los chicos de la UESantjoan han preparado un recorrido infernal con 5 picos por encima de 2.800 metros entre ellos el Puigmal, techo de la provincia de Barcelona, crestas de alta montaña muy técnicas, ascensos continuados de más de 1.200 metros, descensos de las mismas características incluso uno de casi 1.900 metros de una tacada, ......

En fin una prueba muy exigente solo apta para corredores avezados, en muy buena forma y conocedores de la montaña. A esto hay que añadir el carácter de semi-suficiencia que le han querido dar sus organizadores con tramos de hasta 20 kilómetros sin avituallamiento ni sólido ni líquido.
Con todo esto metido en la coctelera los organizadores nos han "obsequiado" con la mejor carrera de montaña que se podía organizar por la zona con 106 kilómetros de recorrido y 16.600 metros de desnivel. 8.300 positivos y otros tantos negativos.

En cuanto a mi participación pues tengo que decir en primer lugar que no he conseguido el objetivo que me había propuesto. Que era hacer podio en categoría master.

Como siempre salí con un objetivo bastante agresivo y que sólo podré cumplir si se dan todas las circunstancias a favor, pero es que me gusta hacerlo así y cuando sale, pues ¡¡FIESTA!! y cuando no sale pues a aprender de ello. Y esta vez pues no ha salido.

No es que me guste poner excusas, pero sí que dedico un tiempo a analizar las carreras que hago buscando explicaciones y del análisis de esta llego a la conclusión de que una semana previa a una carrera importante cargada de trabajo duro e intenso con jornadas de hasta 12 horas no es lo mejor para esa carrera. Y esto fue lo que ocurrió esta semana previa. Tal y como está el trabajo ahora no se pueden hacer remilgos a la hora de elegir trabajo y menos en una profesión como la mía tan castigada últimamente. Soy reformista y lo mismo estoy poniendo parquet, que colocando racholas o subiendo muebles a un cuarto piso sin ascensor. O parado, que es lo peor, aunque a veces se agradece estar un par de días parado antes de una carrera.

Bueno el caso es que el viernes antes de la Emmona estaba realmente agotado del tute que me había metido durante la semana. Cuando llegué a Sant Joan de Les Abadesas me encontré con un montón de colegas, nos fuimos a la cena del corredor donde estuvimos hablando y después me fui a dormir y como de costumbre dormí poco y mal. Serán los nervios. Es que no aprendo.

4:30 de la madrugada y el móvil empieza con su tintineo para avisarme de que es hora de levantarse. Desayuno y me coloco todo el equipo y preparo la mochila y ya estoy listo para empezar a correr/caminar. Vuelvo a encontrarme con los colegas y risas, cháchara y nervios hasta que dan el disparo de salida a las 6 en punto de la mañana.

Primera de las 6 subidas fuertes que tiene esta preciosa carrera, más de 1.200 metros hasta el Puig Estela y nada más empezar primer aviso de la situación muscular: Un dolor fortísimo en el glúteo izquierdo. Pero nada, lo supero en media hora y sigo a buen ritmo. Empieza la bajada hasta Pardines y luego otra subida. Otro subidón de casi 1.400 metros hasta Coll de Tres Pics. En plena subida y cuando ya había cogido buen ritmo e iba según lo previsto otro aviso muscular. Un dolor intenso y fluctuante en la rodilla derecha. Intento ignorarlo y en 15/20 minutos pasa. Pero esto empieza a mosquearme porque no suelen ocurrirme casi nunca cosas de estas.

Llego a Coll de Tres Pics Km 27 en 5:01. Voy por debajo de lo previsto. Aquí empieza un tramo muy largo sin avituallamientos y también por un terreno muy técnico que pasa por el Bastiments y 3 picos más por encima de 2.800 metros y una cresta a partes iguales entre excitante y aérea. Y después una larga bajada hasta Nuria Km 45 donde llego en 8:56. Ostras!!. Voy por debajo de las 22 horas previstas y teniendo en cuenta que ya he hecho más del 40% del recorrido y más de la mitad del desnivel hasta me hace soñar con 21 horas y algo.

Totalmente animado enfilo la dura y larga subida al Puigmal techo de la Carrera pero nada más empezar … oh!! .. desastre!!. Empiezo a tener unas fuertes contracciones en los tibiales de las dos piernas alternándose con los cuádriceps también de las dos piernas. Pero esto que eeessss??. Nunca me había pasado nada igual. Nunca he tenido rampas. Ni siquiera en situaciones de calor extrema, que no era el caso. El caso es que tuve que empezar a aminorar la marcha para evitar que me diera un rampón en cualquiera de los músculos afectados y quedarme allí pegando gritos como un poseso.

Llego al Puigmal en 10:53. He hecho casi media hora más de lo previsto aunque todavía estoy en tiempo de 22 horas. Pero algo me dice que esto no va a ser así. Y no lo fue. Lo que en subida eran amagos continuos de rampas en bajada era dolor intenso en los mismos grupos musculares. Y claro … así no se puede rendir al 100 por 100. En el siguiente punto (Planoles y después de casi 1.900 metros de bajada) ya he superado un poquito la previsión de 22 horas y empiezo a pensar en que 23 tampoco están tan mal ….

Aquí empieza otra subida en la que me vuelven los amagos de rampa, me lo tomo con calma (No me queda otro remedio) y hasta me empiezan a dar tentaciones de abandonar. Con todos estos pensamientos subo a La Covil y bajo a Campelles donde llego de noche. Km 79, creo, en 17:31. Ya estoy por encima de las 23 horas y me siguen unos fuertes dolores en cuádriceps y tibiales de ambas piernas. Entonces entre las dudas de si lo dejo o sigo me hago la idea de que hacer 24 horas tampoco está tan mal. Y sigo.

Siguiente control Ribes de Freser y aquí empieza el gran suplicio. El Taga. Nunca lo había subido hasta ahora pero puedo asegurar que me acordaré de él para siempre. ¡Vaya subidón!. Y no de adrenalina precisamente, sino de rampas inverosímiles que se mezclaban con las de mis piernas. Hubo un momento que entre la agonía del dolor, el cansancio y el sueño me hizo mucha gracia asociar las duras rampas del Taga con las de mis piernas y me reí casi a carcajadas yo solo a las 3 de la mañana en medio de la subida a la dichosa montañita. Debía ser la hipoxia que me estaba afectando.

Por fin llegué a la cima del dichoso Taga a 2.040 metros donde estaba el Km 92 en 21:09 y pensé: ¡Bieeennnn, esto está hecho!!!. …. ¡¡Los coj..nes!!. Con perdón. Primero una bajada vertiginosa por zona herbosa que al estar mojada me llevó un par de veces al suelo, resbalones sin importancia, el único miedo era que en una de estas caídas me enrampara de cuádriceps o de tibiales. Luego otro control y avituallamiento en Coll de Jou Km 94 en 21:35 y con las 24 horas de previsión ya sobrepasadas en más de media hora.

Desde allí a meta 12 kilómetros de senderos por en medio de bosques con continuos subiditas y muchas bajadas que se hicieron eternos. Albergaba la esperanza de hacer estos 12 kilómetros en menos de 2:35 y así poder entrar en sub24. Pero las piernas no estaban para lujos y me tuve que contentar con alternar el caminar y trotar ligeramente de vez en cuando. Fue una pena porque de haber estado medio bien en estos 12 kilómetros de prácticamente bajada hubiese adelantado mucho tiempo.

Este tramo se me hizo bastante pesado y en todo momento iba oteando el horizonte para poder ver las luces del pueblo de Sant Joan de les Abadesas a lo lejos, pero no había manera. Se negaban a darme una alegría. Por fin y cuando el día empezaba a clarear veo a lo lejos luces y supongo que deben ser las que yo esperaba. Se hacen cada vez más evidentes y por fin tengo ante mí el tan ansiado pueblo de Sant Joan. Recorro unas cuantas calles y justo al amanecer entro en meta con un tiempo de 24:10. Son las 6 y 10 de la mañana.

Ya en meta y zampándome una grandiosa loncha de pan de pagès tostado untado de tomate y aceite con dos butifarras encima me sentía satisfecho pero albergaba dentro de mí una especie de resquemor hacia esta carrera por lo que me había hecho padecer. Pero estoy convencido que dentro de un par de días todo lo que sentiré hacia ella serán buenas sensaciones y ganas de hacerla otra vez.

Por su dureza, por su belleza, por su gran esfuerzo de organización y por la atención de los voluntarios en los avituallamientos es una carrera recomendable y creo que ya tiene un gran hueco en el calendario de ultras de Cataluña.

En cuanto a mi objetivo, pues eso, 2 horas y pico más y el 7º puesto en la categoría master y el 55º en la general. Y finisher de una de las grandes.

martes, 5 de junio de 2012

III Ultra Trail Coll de Nargó. La soledad del corredor de fondo.

He pensado varios nombres para esta crónica como por ejemplo: “Creando afición” , “Esfuerzo límite” o “Cuando el clima impone su ley”. Cualquiera de ellos puede describir muy bien algún aspecto de esta ultra trail, pero al final me he decantado por este: “La soledad del corredor de fondo” porque es el que creo que mejor se adapta a esta edición de la ultra trail ilerdense o por lo menos es la que mejor encaja con mi participación este año.

Ya sus números sobre el papel dan un toque de atención de la dureza de esta prueba que cuenta con un recorrido de 99 kilómetros y 5.980 metros de desnivel positivo por la zona del pre Pirineo catalán mas despoblada, agreste y de clima más extremo.

Las características que le quieren imprimir sus organizadores, Kike y Arcadi, también ponen en preaviso de que no va a ser fácil completarla, ya que estos dos avezados aventureros crearon una prueba pensada para, como según afirman ellos mismos, un corredor de montaña que sepa gestionar de una forma más eficiente los pocos recursos de los que puede disponer en carrera, o sea lo que lleve encima y poco más.

Y por último las previsiones meteorológicas para la zona durante el sábado 2 de Junio de 2012 no eran nada halagüeñas con temperaturas máximas por encima de 30º (Se habla de hasta 38º hasta bien entrada la tarde) y niveles de humedad bastante altos. Estos dos factores juntos se convierten en un cóctel bastante agresivo para el practicante de deportes de larga duración de resistencia.

Con todo esto y algún que otro factor como la proliferación de ultras de montaña o la crisis hizo que nos presentáramos en el pequeño pueblo de Coll de Nargó sólo 75 “afortunad@s” de los cuales 6 eran mujeres.

Nada más dar la salida a las 8:30 de la mañana había 2 comentarios que se repetían una y otra vez: ¡Qué calor vamos a pasar hoy! y ¡Que solos vamos a estar hoy!. Pues los dos se cumplieron con creces. Porque pasado el primer avituallamiento en el kilómetro 9 y pico en 1:30 ya dejé de ver a gente excepto un par de encuentros esporádicos con Marc Camí y Carme Campoy. Y eso que aún coincidíamos en carrera con los corredores de la trail de 35 kilómetros en la que participaban otros 57 corredor@s.

Llego al segundo control y avituallamiento en 3:50 y el calor ya ha hecho acto de presencia con toda su autoridad y me entero que está haciendo estragos entre la gente. Poco después en este mismo punto abandonaban bastantes participantes. Aquí en este punto se bifurcaban las dos carreras, la trail volvía hacia el pueblo otra vez por una cómoda pista y la ultra trail se adentraba en las solitarias montañas que bordean el pueblo de Coll de Nargó de 600 y pocos habitantes.

Tercer control, Km 33,5 en 6:06. Hace un calor de justicia y llevo 2 horas corriendo montaña arriba y montaña abajo sin ver ni un alma, ni una casa, ni una urbanización, ni una carretera. Nada, absolutamente nada que huela a civilización.

Cuarto control, Km 44 en 8:20. Otras dos horas y pico con la extraña sensación de estar sólo en el mundo. Y además en un mundo con unas temperaturas que había momentos en los que parecía que estaba en el mismísimo infierno. Sobre todo en el fondo de los valles donde se concentraba la humedad y el calor y no exagero al decir que la sensación térmica era superior a 40º. Esto unido a la fuerte insolación a veces daba la impresión de estar flotando más que de estar corriendo o andando en las subidas. Llegué a este control con serias dudas de si podría seguir o tendría que dejarlo porque hice corto de agua y llevaba más de una hora sin probar ni gota con la que estaba cayendo. En ese momento me acordé de una palabras que Kike, el organizador, dijo en el briefing: “Cuando salgáis de un control aseguraos de que podéis llegar al siguiente, en medio no vais a encontrar nada”. Llegado al control bebí agua como nunca lo había hecho antes en mi vida, creo, y me recuperé para poder seguir con mi “tarea”.

Quinto control, Km 54 en 9:49. Sigo sin ver nada relacionado con vida humana. Evidentemente exceptuando las personas que se encontraban en los avituallamientos que era una bendición dado lo que costaba llegar a ellos. Como mucho los restos de alguna casa abandonada hace muchos años y que no ha sido capaz por sí sola de aguantar los embates del tiempo y se encontraba en un estado bastante ruinoso y deplorable.

Km 60 en 11:05. Como cuesta que pasen los kilómetros. No paro de correr la mayor parte del tiempo excepto en las subidas y no consigo superar el promedio de 5,5 kilómetros por hora. Eso sí con un desnivel bastante abultado.

Séptimo control. Km 70 en 13:40. En este tramo ha estado lo más duro con diferencia de toda la ultra. Me encontraba corriendo bastante relajado ya que el calor había remitido bastante e incluso había una ligera brisa que aunque no llegara a refrescar era una bendición comparada con la tremenda calda de las horas anteriores y esto que levanto la cabeza y me encuentro justo enfrente de mí una pared. Sí, sí, he dicho una pared ¡de 700 metros en vertical! y casi horrorizado me digo: “No creo que tengamos que subir por ahí”. La verdad es que no tenía a nadie para decírselo.

La respuesta la hallé, igual que el sabio de la fábula, cuando correteando por un precioso sendero de bosque de golpe me doy de morros con … ¡La pared!. Juro que busqué la siguiente cinta que me indicara el camino por todas partes menos hacia arriba. Y no la encontré por ningún sitio. No quería hacerlo, pero al final miré hacia arriba y allí vi una cinta de plástico igual a las que me habían traído hasta aquí durante más de 60 kilómetros atada a una piedra a más de 10 metros por encima de mi cabeza que parecía que incluso con un poco de sorna me decía: “Manoliiitoooo … eees por aquííííííí”. No me lo podía creer y de verdad que me dio un vuelco el corazón.

A estas alturas de carrera los ánimos ya están bastante desgastados y cualquier obstáculo te puede afectar sicológicamente de forma negativa. Entonces me acordé de una frase que dice mi amigo de fatigas Diego GR: “¿Si está aquí habrá que subirlo no?”. Y me puse a subirlo, claro. Una grimpada casi continua de 700 metros en vertical. El temido Pas de Finestres del kilómetro 19 es el pasillo de mi casa comparado con esto. No exagero.

Por fin y después de casi una hora de ascenso llegué al último tramo, un paso equipado con cuerdas para aliviar un poco la aprehensión que pueda producir pasar por semejante paraje y allí me encuentro … ¡A una persona!. No puede ser. Ya está casi anocheciendo y no distingo bien. Además me parece que estoy viendo visiones. Estoy muy cansado, deshidratado y un poco mareado. Pero sí. Allí está Kike, el organizador, con una garrafa de agua y unas latas de refresco dando ánimos a los pocos que quedamos en carrera que en ese momento parece que sólo somos 27. Bebo agua con agonía hasta saciarme y continuo ya que según Kike sólo quedan 50 metros hasta la cima y a partir de allí ya se han acabado las sorpresas.

Poco después y por un camino muy cómodo llego al control 7 ya mencionado donde me entero de que voy 9º en la clasificación general. Esto me da un plus de energía ya que la posibilidad de hacer un top ten en una prueba de estas características me pone las pilas a tope y como ya es de noche me coloco el frontal y acometo los últimos 30 kilómetros con energía renovada. “Si soy 9º”, pienso, “Es casi seguro que no habrá delante nadie de mi categoría veteranos master, con lo que puedo ser 1º de categoría”. Con estos pensamientos me lanzo en busca de la meta y después de una pronunciada bajada por pista me adentro en un bosque bastante espeso donde al cabo de un rato me encuentro a otro corredor que se había perdido y estaba intentando encontrar el camino correcto.

Entre los dos conseguimos retomar la dirección correcta y en vista de que los reflejos ya no funcionan al 100 por 100, el cansancio extremo que nos atenaza y hartos de soledad, supongo, decidimos por acuerdo tácito seguir juntos hasta el final. Quedan unos 20 kilómetros y no es mala idea hacerlos acompañados después de tantas horas en solitario.

Control 8, Km 82,3 en 15:12. Seguimos juntos y gracias a que los grandes desniveles y los caminos difíciles ya se han acabado vamos avanzando a buen ritmo. En la oscuridad de la noche y mirando hacia atrás a lo lejos vemos linternas de lo que parece ser corredores que vienen detrás nuestro. Esto nos da como un empujón extra ya que nos hemos hecho a la idea de entrar en el top ten y en menos de 18 horas según mis cálculos. Y otra vez por acuerdo tácito, es decir sin mediar palabra, nos afanamos en acelerar un poco el ritmo dentro de lo que cabe ya que las fuerzas están muy mermadas para intentar conseguir nuestro objetivo. Ahora lo analizo fríamente y descubro que los seres humanos, a pesar de que la publicidad se empeña en hacernos creer que somos independientes y únicos en el Universo demostrando un egocentrismo que roza la pedantería, en el fondo somos animales gregarios y en situaciones extremas (Y una ultra trail de estas características creo que lo es) nos asociamos inmediatamente con algún congénere nuestro para unificar fuerzas con el convencimiento de que saldremos beneficiados. Y todo esto de una forma automática y espontánea.

Control 9, Km 95 en 17:27. Es el último control antes de meta que se halla sólo a 4 kilómetros. Hemos acelerado el ritmo considerablemente y la adrenalina empieza a fluir por nuestras venas viendo la posibilidad, ahora ya muy real, de terminar 8º y 9º de la clasificación general y en menos de 18 horas. Pero para eso hemos de hacer un último esfuerzo y completar los últimos 4 kilómetros en media hora, cosa que a estas alturas ya es harto difícil. Pero vamos a intentarlo e invocando a la famosa frase: “El dolor es pasajero, el orgullo es para siempre” sacamos energía de no sé donde, sobre todo yo que me encuentro en peores condiciones que mi transitorio compañero, y enfilamos hacia la meta donde llegamos en 17:57:55.

Luego por un tonto error administrativo me sale reflejado 18:00:39. Pero bueno esto me dá igual. Para mí lo importante fue quedar 1º en categoría master con lo que después del 2º puesto conseguido en la anterior prueba de la Copa Catalana de Carreras de Ultra Resistencia tengo bastante asequible hacer podio en esta competición de carreras extremas.

En fin una prueba extrema por la dureza del recorrido, la inclemencia del calor y el planteamiento austero. Pero de una gran belleza paisajística por unos parajes desconocidos y prácticamente deshabitados. Que sólo 27 personas (2 mujeres y 25 hombres) la hayan terminado da idea del tipo de reto que es.

lunes, 14 de mayo de 2012

Semana de entrenos y estrenos.

Hace ya tiempo que voy oyendo a algunos compañeros de la ultradistancia las excelencias de las prendas para correr de la marca HOKO. Y especialmente acerca de las mallas piratas o cortas.
Yo siempre he corrido con mallas y he probado todos los fabricantes y todos los sistemas desde lo mas "tronao" y barato hasta lo más sofisticado y hasta ahora no he encontrado algo que me satisfaga completamente. O aprietan mucho, o producen rozaduras o se me caen que es el gran problema que tengo con todas las mallas sobre todo cuando hace frio. No hay cosa que mas me moleste que estar tirando de las mallas para arriba durante toda una carrera.
El caso es que me he decidido a probar estas prendas y lo he hecho durante 9 días en los que he incluido 2 entrenamientos de 4 horas, otro de 10 y 3 más de 2 horas y en los que ha habido de todo: Frío, calor, viento y lluvia. Los modelos probados han sido las cortas Megamo, las piratas Sayonara y las de última generación del fabricante, las Kamikaze.
Pues bien he de decir que la prueba ha sito totalmente satisfactoria y que he solucionado algunos de los problemas que hasta ahora me daban estas prendas. Y el principal de todos es que no se mueven. No se mueven en absoluto. Tal y como te las colocas las sigues teniendo 6 u 8 horas después. Ya puede llover, hacer frío, calor o lo que se sea. ¡NO SE MUEVEN!. Otro aspecto importante es la sensación de calidez que dan sobre la piel. Si hace calor no te agobias y sin embargo si hace frío dan una sensación muy agradable. Parece como si calentaran la musculatura.
Que conste que no tengo nada en particular con este fabricante, lo que digo es exactamente lo que he sentido estas 6 sesiones de entrenamiento.
También he de decir que a mí particularmente me producen rozaduras en la zona del perineo (No del Pirineo, jajaja) y en la bolsa escrotal. Pero esto ya me pasaba con todas las otras que he probado y lo soluciono poniéndome unos slips suaves debajo de las mallas.
También probé los calcetines Kimo y la camiseta Hada con un muy buen resultado.
Los entrenamientos realizados han sido:

  5 de Mayo:   4:10 horas, 35 kms y 1.125 metros+. 8,41 Kms/hora.
  6 de Mayo:   3:50 horas, 22 kms y    890 metros+. 5,74 Kms/hora.
  8 de Mayo:   2:20 horas, 23 kms y    330 metros+. 9,87 Kms/hora.
  9 de Mayo:   2:05 horas, 12 kms y    445 metros+. 5,77 Kms/hora.
12 de Mayo: 10:10 horas, 56 kms y 3.200 metros+. 5,51 Kms/hora.
13 de Mayo:   2:20 horas, 15 kms y    240 metros+. 6,44 Kms/hora.

Total           24:55 horas, 163 kms y 6.230 metros+. 6,54 Kms/hora.

Y algunas foticos de las Kamikaze en acción.



Y aquí con las Sayonara


lunes, 30 de abril de 2012

Ultra Trail de Barcelona (UTBCN)

Llevaba años esperando y por fin este año la FEEC se ha decidido a organizar una Copa Catalana de Ultra Distancia.
Y digo que llevaba años porque era obvio, debido al enorme boom que hay hoy en día por este tipo de carreras, que tarde o temprano se organizara una competición a nivel oficial. Y esperaba impacientemente porque veía como iban pasando los años y yo me iba a quedar sin poder participar en ella o no iba a poder participar en las condiciones que me hubiese gustado. Y es que los años no pasan en balde y este año ya cumplo 55.

Bueno pues por fin ya la tenemos aquí: La I Copa Catalana de Ultra Resistencia. Se compone de 4 pruebas de las que puntuarán las 3 mejores y allá que voy a participar en ella. Aunque me hubiese gustado participar con los 50 añitos recién cumplidos en la categoría Master que va desde los 50 a los 59. Pero bueno esto es lo que hay y habrá que sacarle el mejor partido posible.

La primera prueba es la ya consolidada UTBCN donde este año han hecho un enorme esfuerzo de organización y les ha quedado impecable. Felicidades a toda la organización y especialmente a las dos personas que yo conozco: Olga y Juan.

Me presento en Sitges el viernes a las 8 de la tarde para recoger el dorsal y asistir al briefing de la ultra con la intención de dormir en mi coche que lo tengo medio acondicionado para pasar una noche con algo de comodidad. Allí me encuentro con un montón de amigos y conocidos como Juan Carlos, Agustin, Paco, Gralla (Oscar) su mujer Anna y Nano (Jordi) y nos dan las 12 de la noche de cháchara y risotadas en la auto-caravana de Gralla. Por fin nos vamos a dormir y al final termino acostado en la auto-caravana de Paco. Nuestra nave nodriza del GR92.

A las 5:10 nos suena el despertador, ha llegado el momento, nos levantamos, desayunamos ligeramente, siguen las risotadas y la cháchara y nos ponemos en camino hacia el punto de salida junto con varios conocidos más que se agregan al grupo.

Conseguimos el dorsal y el chip y siguen los encuentros con infinidad de amigos y conocidos. Hasta que por fin y sobre las 7:10 se dá el disparo de salida. Ya estamos corriendo hacia las afueras de Sitges, es el momento de hacerse cargo de verdad de lo que me espera: 106 kilómetros de montaña con 4.870 metros de desnivel positivo y otros tantos de negativo y todo esto por un terreno muy técnico y con mucha piedra como es la Serra del Garraf.

Mi previsión más optimista es de hacer menos de 16 horas y subir al podio de la categoría master. Lo siento pero no puedo salir en una carrera sin tener un objetivo claro y a ser posible bastante apretado. Para cumplir esto he de mantener un ritmo superior a los 6,6 kms/hora.

Begues, primer punto importante de la ultra, kilómetro 30 y llego en 4:10 a más de 7 Kms/hora. De momento voy muy bien y con una perspectiva de 15 horas en total. Pero ya sé de sobras que eso es ficticio y que mantener ese ritmo durante todo lo que queda va a ser poco menos que imposible. Vamos a por el siguiente hito que será volver otra vez a Begues después de un bucle de casi 35 kilómetros y por lo que se dice bastante técnicos y complicados.

A partir de aquí me encierro en mi mundo y me pongo a correr siguiendo mi estilo de siempre: Como un lobo solitario hasta la llegada y con la única idea fija de llegar a meta y al mismo tiempo ir atrapando al máximo de corredores posible.

Pero poco después de salir de Begues ocurrió un hecho que podría haber sido una anécdota sin la menor importancia pero que se convirtió en algo realmente trascendente. En un desvío de una pista hacia un sendero haciendo un giro de casi 180 grados me encuentro de golpe a un tio en medio de la pista parado y dando voces a otro que parecía que se había pasado el desvío. Yo como iba ensimismado en mis pensamientos casi me choco con él. Viendo que el otro no nos respondía retomamos la marcha y empezamos a mantener una tímida y típica conversación de dos corredores que coinciden en algún tramo: Es durilla esta carrera ..., parece que el tiempo nos va a respetar ... y cosas de estas.

Pero poco a poco nos fuímos dando cuenta de que podríamos seguir juntos y ayudarnos en caso de necesidad y empezamos a contarnos batallitas, experiencias y anécdotas. Cuando nos dimos cuenta estábamos de vuelta en Begues kilómetro 65 en 9:36 a 6,8 kms/hora. Y habíamos adelantado a un montón de corredores y alguna corredora, concretamente a la 2º y a la 1º de la prueba.

A partir de Begues ya habíamos acordado ayudarnos mutuamente y así fué ya que en este tramo de 41 kilómetros hasta el final ocurrió de todo: Bajones físicos de uno y de otro muy bien gestionados por el tándem improvisado, momentos de euforia cada vez que atrapábamos a otro corredor, que fueron muchos, se hizo de noche, apareció la lluvia o más bien el diluvio universal y algún que otro conato de pérdida en medio de la espesa niebla y a menos de 5 kilómetros de la llegada. Pero nosotros seguíamos los dos muy motivados por la expectativa de conseguir un buen puesto en la general para él o en categoría master para mí.

Y por fin entramos en meta con un tiempo de 16:07 en los puestos 35 y 36 de la general y yo 2º de categoría master. Lo habíamos conseguido. Él completó su primera carrera de más de 100 kilómetros con un tiempo impensable (Según me confesó en algún momento de las 12 horas que estuvimos corriendo codo con codo y hablando por los idem) y yo mis dos objetivos de 16 horas y podio master.

Bueno Oscar (Este es el nombre de mi compañero de fatigas, Oscar alias el Condropatoso) tengo que decirte únicamente dos cosas: MUCHAS GRACIAS y FELICIDADES.

Lo primero porque creo que me ayudastes mucho para conseguir mi objetivo y lo segundo por la consecución del tuyo. Espero poder encontrarte en alguna otra ultra ya que a pesar de que he sido siempre un lobo solitario y me ha costado socializar con otros corredores en plena carrera, estas 12 horas compartidas contigo me han resultado muy gratificantes y efectivas.

Una mención especial a la organización que en lo que a mi respecta se merece toda mi admiración y respeto porque a pesar de que seguro que habrá cosas a mejorar en próximas ediciones se nota que han realizado un esfuerzo brutal para conseguir una prueba que no quiero ni imaginarme las complicación que debe tener. Y especialmente al marcaje. De verdad un 10 por mi parte. Gracias Olga y Juan y al resto del equipo organizador.

Ahora a pensar (Y entrenar) para la segunda prueba de la Copa Catalana de Ultra Resistencia: La Ultra Trail de Coll de Nargó. 99 kilómetros y 5.900 metros de desnivel positivo.

Ahí queda eso.

domingo, 15 de abril de 2012

Ruta de las Ermitas. 15 Abril 2012

Lo que ha sido:
Un entrenamiento sensacional. El último de cara a la Ultra Trail de Barcelona dentro de 2 semanas. 51 kilómetros con 1.900 metros de desnivel positivo en 6:44. Tiempo espléndido. Sol y fresquito toda la mañana incluso una gotitas para remojarse en los últimos 5 minutos.
Lo que iba a ser:
Acabar la Ruta de las Ermitas en un tiempo record de entre 5:15 y 5:30 y con posibilidad de quedar primer clasificado para coger moral de cara a la Ultra Trail de Barcelona, primera prueba de la recién estrenada Copa Catalana de ultra distancia.
Pero ...
El jueves 12 de Abril al plegar de trabajar me encuentro con fiebre, vómitos, diarrea y tiritera. Viernes sigo con fiebre, diarrea y tiritera. Sábado víspera de la Ruta de las Ermitas sigo con un pelín de fiebre y tiritera sobre todo por la tarde. Aún así pongo el despertador a las 5:30 por si acaso. Domingo, 5:30 toca el despertador y pienso que estoy bien y puedo ir a correr.
Llego tarde, salgo 10 minutos después del último, nada más salir del pueblo de Castellar del Vallés me pierdo. Llegando a la primera ermita, Santa María del Puig de la Creu, me encuentro con más de 300 marchadores en grupitos por senderos muy estrechos con lo que no puedo adelantar. En cuanto hay un trocito de pista adelanto y me lo tomo con tanto afán que al final me paso el siguiente desvio y cuando me doy cuenta vuelvo y otra vez a empezar. Hay gente que me ha visto adelantarle hasta 3 veces.
Los kilómetros pasan lentamente, muy lentamente, tanto que llego al 12 en 2:15. Ostras a este paso voy a tardar casi 9 horas. Por fin puedo correr a gusto por pista ancha y casi sin gente y entonces empiezan los problemas gastroentéricos (Dolor de estómago y diarrea). Cada vez que comía algo en los avituallamientos el mismo proceso y de forma inmediata: Dolor y Señor Roca.
Y además me sigo perdiendo cada dos por tres, no sé si por torpeza, desinterés o falta de marcas. O de todo un poco. Y encima en los últimos ¡5 minutos! justo cuando entraba en el pueblo de Castellar del Vallés se pone a diluviar y lo que roza ya el cachondeo al llegar a meta deja de llover. ¡Manda cojones!.
Total 6:44, casi 5 kilómetros más de distancia y 200 metros positivos de regalo.
Pero me quedo con la primera opción que es la de un entrenamiento sensacional en vez de la de una carrera desastrosa. ¡Hay que ser optimista!.
Ahora a pensar en la UTBCN (Ultra Trail de Barcelona) los próximos 28 y 29 de Abril.

lunes, 13 de febrero de 2012

Por fin otra vez en circulación

Desde el día 25 de Diciembre he estado afectado muy seriamente de cólicos nefríticos y una lumbalgia sin precedentes que me han tenido postrado hasta finales del mes de Enero de 2012. Vaya salida y entrada de año. Ha sido Triunfal.
Por fín este fin de semana pasado me he visto con ánimos de salir a correr al monte e intentar hacer un entrenamiento con cara y ojos y creo que lo he conseguido. Después de haber estado en el dique seco y habiendo empezado hace una semana a entrenar de forma incipiente, este fin de semana me he armado de valor y me he "tirado a la piscina".
El sábado me fuí a correr por mi querida Mola y tirando, tirando cuando me dí cuenta estaba a más de 22 kilómetros del punto de inicio y había que volver con lo que me metí 45 kilómetros con 2100 metros de desnivel positivo en 6:16.
Además como no preveía estar tanto tiempo no llevaba nada de comida, bueno sí un miserable turroncillo, resto de las comilonas de Navidad, y con eso y 1 litro de agua estuve hasta el final. Con temperaturas entre menos 6 y menos 1. Acabé cansado pero muy satisfecho por la buena respuesta, incluso hasta yo me sorprendí.
El domingo aún me duraba el subidón y sali a dar una vueltecita a estirar algo las piernas. Pues termine con otros 20 kilómetros y 600 metros positivos en poco mas de 2 horas.
Esto me da un subidón de moral de la que tanta falta me hacía porque entre que he estado bastante fastidiado estas últimas semanas y que he engordado 4 kilos me estaba entrando un bajón anímico de mucho cuidado.
A ver si puedo seguir así y en poco tiempo otra vez a dar guerra por ahí.
Saludos y muchos kilómetros. Manolo Real.